Publicado: 18 de Julio de 2024

El verano puede tener un impacto significativo en el peso corporal debido a una variedad de factores ambientales, comportamentales y fisiológicos que afectan los hábitos alimenticios, la actividad física y la hidratación de las personas. Durante esta temporada de temperaturas más cálidas y días más largos, hay aspectos positivos y desafíos que pueden influir en la gestión del peso de manera tanto positiva como negativa.


Actividad Física y Quema de Calorías

El verano a menudo fomenta una mayor actividad física al aire libre. Las condiciones climáticas favorables invitan a las personas a participar en actividades como caminar, correr, nadar y practicar deportes al aire libre. Esta mayor actividad no solo promueve la quema de calorías y el fortalecimiento muscular, sino que también mejora el estado de ánimo y la salud cardiovascular. Las personas tienden a ser más activas durante el verano, lo que puede contribuir positivamente a la gestión del peso.


Cambios en los Hábitos Alimenticios

El clima cálido del verano puede influir en los hábitos alimenticios de varias maneras. Por un lado, las altas temperaturas pueden reducir el apetito y llevar a una preferencia por alimentos más ligeros y frescos, como ensaladas, frutas y verduras crudas. Este cambio hacia opciones más saludables puede facilitar el control del peso y proporcionar nutrientes esenciales.


Por otro lado, el verano también es conocido por las reuniones sociales, barbacoas y vacaciones, donde las comidas y bebidas con alto contenido calórico pueden ser abundantes. El consumo de bebidas alcohólicas, refrigerios y comidas copiosas durante estos eventos puede conducir a un aumento en la ingesta calórica total si no se manejan con moderación.


Hidratación y Termorregulación

Las altas temperaturas del verano aumentan la necesidad de hidratación. Beber suficiente agua es crucial para mantenerse hidratado y saludable, pero también puede afectar la percepción del hambre. A veces, la sed puede confundirse con hambre, lo que lleva a comer más de lo necesario. Mantenerse hidratado adecuadamente puede ayudar a controlar el apetito y apoyar el metabolismo adecuado.


Además, el cuerpo humano experimenta termorregulación para mantener una temperatura interna estable en climas cálidos. Esto implica que el cuerpo queme más calorías para enfriarse a través del sudor y la circulación sanguínea. Aunque esta termogénesis puede ser beneficiosa para quemar calorías adicionales, la exposición prolongada al calor puede llevar a la fatiga y desincentivar la actividad física intensa.


Estrategias para Mantener un Peso Saludable en Verano

Para mantener un peso saludable durante el verano, es importante adoptar hábitos equilibrados:


Ejercicio Regular: Aprovecha el clima favorable para realizar actividades físicas al aire libre como caminar, correr, nadar o practicar deportes.

Elecciones Alimentarias Inteligentes: Opta por alimentos frescos y ligeros como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Limita el consumo de alimentos procesados y ricos en calorías.


Moderación en las Celebraciones: Disfruta de las reuniones sociales y eventos sin excederte en alimentos y bebidas calóricas. Elige opciones más saludables cuando sea posible y practica la moderación.

Hidratación Constante: Bebe agua regularmente a lo largo del día para mantenerse hidratado y evitar la confusión entre la sed y el hambre.

Monitoreo del Peso y la Salud: Establece metas realistas y sigue tu progreso. Consulta a un profesional de la salud si tienes preocupaciones sobre tu peso o necesitas orientación específica.



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