¿Por qué las alergias empeoran por las noches? Trucos para aliviar los síntomas más molestos

Publicado: 24 de Abril de 2024

España se encuentra inmersa en plena temporada de alergias, y son muchos los que se ven aquejados de los síntomas leves más comunes (ojos llorosos, estornudos, toses o incluso asma). No sólo eso, sino que quienes sufren este problema habrán observado que a menudo los síntomas empeoran por las noches, dificultando el descanso.

Y es que, de acuerdo con lo que sabemos, existen varios factores en nuestros hogares y en nuestras rutinas de sueño que pueden empeorar los síntomas de nuestras alergias y que, si identificamos, podemos atajar para aliviar las molestias y dormir mejor.

¿Por qué empeoran las alergias por la noche?

Como indica el portal de divulgación sobre salud Healthline, existen diferentes motivos por los que las personas con alergias respiratorias pueden sufrir un empeoramiento de los síntomas durante la noche. Estos incluyen:

La posición al dormir: al tumbarnos, los fluidos en la nariz y las cavidades nasales pueden desplazarse por la garganta. En las personas alérgicas, esto puede ocasionar irritación, tos, estornudos, pitos, dificultad al respirar y otros síntomas que pueden perjudicar la calidad del sueño.

Polvo y moho: es común pensar que los desencadenantes de las alergias se encuentran en el exterior (como el polen de las plantas), pero en realidad muchos alérgenos comunes proceden a menudo del interior de nuestras viviendas. Por ejemplo, las humedades pueden conducir a la aparición de moho en las paredes, y las acumulaciones de polvo son un caldo de cultivo para organismos como los ácaros del polvo que también pueden desencadenar síntomas alérgicos.

Humidificadores: muchas personas con alergias logran aliviar sus síntomas mediante el uso de humidificadores, pero estos aparatos también pueden colaborar a dispersar polvo en el aire y pueden convertirse en un foco de moho cuando los filtros no se cambian a menudo.

Polen: el polen de las plantas a las que somos alérgicos también puede llegar al interior de los hogares, por ejemplo en la ropa que vestimos o en el pelo de nuestras mascotas.

Las mascotas: la caspa de nuestras mascotas, que no es otra cosa que las células cutáneas que desprende, es un alérgeno común que a menudo se acumula en elementos como las alfombras o las mantas que tenemos en casa.

Claves para aliviar las alergias por la noche

En primer lugar, localizar una medicación correcta y que nos resulte eficaz para las alergias, como los antihistamínicos con o sin receta, es un buen paso para manejar los síntomas. Además, hay algunas medidas que podemos tomar encaminadas a reducir la presencia de alérgenos en el ambiente y a reducir la gravedad de las molestias, como por ejemplo:

Dormir con las ventanas cerradas, pero, eso sí, asegurándonos de que el dormitorio está correctamente ventilado.

Ducharnos antes de dormir, lo que puede ayudar a despejar las vías respiratorias y disminuir así los síntomas.

Usar un pijama limpio, y, por tanto, lo más libre posible de alérgenos como polen, polvo, ácaros o caspa de nuestras mascotas.

Evitar usar humidificadores o, si encontramos que nos ayudan, limpiarlo y cambiar los filtros con regularidad.

Quitar las alfombras o moquetas del dormitorio o, si no es posible, asegurarnos de pasar la aspiradora con frecuencia.

Usar cubrecolchones que protejan contra los ácaros en los mismos.

Cambiar las sábanas al menos una vez a la semana y, si es posible, la funda de almohada todos los días.

Evitar los objetos que tiendan a acumular polvo, como los muebles blandos.

Considerar instalar un purificador de aire.

No dejar que nuestras mascotas duerman en la cama, o al menos que no se apoyen en las almohadas.

Por otra parte, conviene que tengamos en cuenta que, más allá de las alergias, hay muchos otros factores que pueden estar perjudicando negativamente la calidad de nuestro descanso. Si observamos que estos cambios no nos ayudan a dormir mejor, siempre está indicada una consulta con un profesional para que examine atentamente nuestro caso y nos ayude a encontrar la causa del problema y la mejor solución posible.

Finalmente, es destacable que a menudo cambiar la postura en la que dormimos puede ser la mejor solución para mejorar el sueño. En estos casos, estar en plano suele ser lo más perjudicial; lo conveniente es tratar de elevar la cabeza y la parte superior del cuerpo, empleando más almohadas o más grandes.

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